Redacción
El negocio de la moda en México en 2025 muestra un panorama de recuperación, transformación y crecimiento, impulsado por la digitalización, la sostenibilidad y la adaptación a nuevas demandas de los consumidores.
A pesar de los retos, el sector de la moda en México está en una etapa de transformación. La adopción de tecnologías como IA, IoT y blockchain, junto con un enfoque en sostenibilidad, permitirá a las marcas locales competir en un mercado global.
Sin embargo, es crucial que el gobierno y la industria trabajen juntos para reducir la dependencia de importaciones, apoyar a diseñadores emergentes y fortalecer la infraestructura educativa y comercial.

La colaboración entre industriales y diseñadores, como destaca la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CANAIVE), es esencial para posicionar a México como un líder en diseño y no solo en manufactura.
En 2024, el mercado de ropa en México alcanzó un valor de 29,570 millones de dólares (mdd) y se espera que crezca a una tasa anual compuesta (CAGR) del 4.9% entre 2025 y 2034, llegando a 45,480 mdd para 2034.
El comercio electrónico de moda minorista se posicionará como el segundo sector con mayores ingresos en 2025, generando más de 6,000 mdd.
Consumo online: El 62% de los compradores en línea en México optan por artículos de moda, con un promedio de 6.5 compras al año y un ticket promedio de $1,693 MXN.
El 60% de las compras de moda se realizan online, destacando la preferencia por comodidad, precios competitivos y conveniencia.
Segmentos clave: En 2022, el segmento masculino generó 7,150 mdd, el femenino 6,590 mdd y el infantil 3,660 mdd.
Para 2029, se espera que alcancen 9,850 mdd, 8,700 mdd y 4,760 mdd, respectivamente. El consumo de ropa crecerá de 3,500 millones de piezas en 2024 a casi 4,000 millones en los próximos cinco años.
Tendencias que impulsan el avance
La moda circular y el uso de materiales biodegradables (como telas que se degradan en un 91% en tres años) son una respuesta a la presión de los consumidores por prácticas éticas. Marcas locales en el noroeste de México adoptan el slow fashion, enfocándose en calidad y respeto ambiental.
La industria textil, responsable del 8% del impacto ambiental global y del 20% del desperdicio de agua, enfrenta regulaciones como las Normas de Información de Sostenibilidad (NIS), que obligan a las empresas a reportar aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en 2025.
Iniciativas como el uso de algodón local y la trazabilidad de prendas mediante IoT (Internet de las Cosas) reducen el impacto ambiental y los costos de transporte.