Tener casi 100 años de vida es una bendición que solo se puede lograr con buenos hábitos de vida, sobre todo enfocados en la salud, dijo un longevo especialista
Redacción
Silvio Garattini, un reconocido oncólogo y científico italiano de 96 años, sostiene que comer poco es un factor clave para aumentar la longevidad.
Según sus declaraciones, reducir la ingesta de alimentos en un 30% puede incrementar la esperanza de vida hasta en un 20%, basándose en estudios realizados en animales como ratones y monos.
Garattini enfatiza que lo importante no es cuándo se come, sino la cantidad total de calorías consumidas, promoviendo una dieta mediterránea variada y moderada.

Él mismo sigue una rutina austera: un café por la mañana, un zumo de naranja con galletas al mediodía y una cena equilibrada, siempre procurando levantarse de la mesa con algo de hambre.
Sin embargo, descarta la efectividad del ayuno intermitente, argumentando que no aporta beneficios significativos si la ingesta calórica total no se reduce.
Además, complementa su enfoque con hábitos como caminar 5 km diarios a paso rápido, mantener relaciones sociales activas y evitar tabaco y alcohol, destacando la prevención como pilar para una vida larga y saludable.