Según un estudio de BBVA Research, el impuesto podría provocar una pérdida de hasta 50 millones de dólares anuales en Tamaulipas para 2026.
Redacción
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer un proyecto de ley que incluye un impuesto del 3.5% a las remesas enviadas al extranjero por personas sin ciudadanía o residencia legal permanente, lo que impactará significativamente a Tamaulipas, un estado mexicano que depende en gran medida de estos flujos financieros.
Tamaulipas es uno de los estados mexicanos más afectados por esta medida, junto con Guerrero, Puebla, Oaxaca y Veracruz. Según un estudio de BBVA Research, el impuesto podría provocar una pérdida de hasta 50 millones de dólares anuales en Tamaulipas para 2026.
En 2023, México recibió 63,300 millones de dólares en remesas, de los cuales una parte significativa llega a Tamaulipas, contribuyendo al consumo local y la estabilidad económica. Este impuesto reducirá el monto neto que las familias reciben, afectando su capacidad de gasto en necesidades básicas, salud, educación y pequeños negocios.
Las remesas representan una fuente crucial de ingresos para miles de hogares en Tamaulipas, especialmente en comunidades de bajos recursos.
La disminución de estos flujos podría limitar el consumo en pequeños negocios y cadenas locales, así como reducir los ingresos fiscales (como IVA e ISR) que financian servicios públicos.
La medida podría agravar la desigualdad en la región, ya que muchas familias dependen de las remesas para subsistencia, construcción de viviendas o emprendimientos.
La pérdida estimada de 50 millones de dólares equivale a una reducción significativa en el poder adquisitivo de las comunidades locales.
Esto podría reducir el impacto, pero también llevaría a una menor trazabilidad de las remesas, afectando las estadísticas oficiales y potencialmente incentivando canales informales que podrían beneficiar al crimen organizado.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha calificado el impuesto como “discriminatorio” y una “injusticia fiscal”, argumentando que los migrantes ya pagan impuestos en EE.UU. por su trabajo.
El proyecto aún debe ser aprobado por el Senado de EE.UU., donde los republicanos tienen mayoría, pero podrían introducirse modificaciones.
La administración de Trump busca que la ley sea firmada antes del 4 de julio de 2025, con una posible entrada en vigor antes del fin del año fiscal.
México está explorando estrategias legales y diplomáticas, como programas de protección financiera para migrantes y plataformas financieras binacionales con tasas reducidas, para mitigar el impacto.
El impuesto del 3.5% a las remesas podría generar una pérdida económica significativa en Tamaulipas, estimada en 50 millones de dólares anuales, afectando el bienestar de familias, el consumo local y la estabilidad social.
Las acciones de los migrantes para eludir el impuesto y las negociaciones diplomáticas mexicanas podrían atenuar el impacto, pero el panorama sigue siendo preocupante para la economía de la región.