Expertos aseguran que este proceso puede tomar varios años y sobre todo una cantidad fuerte de inversión
Redacción
México ha expresado interés en reducir su dependencia energética de Estados Unidos, particularmente en el suministro de gas natural, pero este proceso no se espera que ocurra antes de 2029.
Según información reciente, México importa alrededor del 54% de la electricidad generada en el país a partir de gas natural proveniente de Estados Unidos, lo que refleja una fuerte dependencia.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha propuesto un plan para aumentar la producción nacional de gas natural de 3,834 a 5,000 millones de pies cúbicos diarios, un incremento del 30%, con un enfoque en la sostenibilidad.
Sin embargo, los expertos señalan que lograr esta meta requiere grandes inversiones en infraestructura y que la reducción de la dependencia no será inmediata debido a la alta oferta y bajos precios del gas estadounidense, así como a la infraestructura transfronteriza existente, que incluye 24 puntos de interconexión para gas y electricidad.
Por otro lado, la relación energética entre ambos países ha sido históricamente interdependiente, con esfuerzos previos para fortalecer la integración mediante infraestructura eléctrica y gasífera.
Las políticas energéticas recientes en México, como la priorización de empresas estatales (Pemex y CFE) y restricciones a la inversión privada en energías renovables, han generado tensiones con Estados Unidos, incluyendo disputas bajo el T-MEC por posibles violaciones comerciales.
A pesar de estas fricciones, la cooperación sigue siendo clave, y México enfrenta el desafío de equilibrar su soberanía energética con la realidad de su dependencia actual.