Aunque Trump ha minimizado la ruptura, afirmando que Musk seguirá siendo un asesor cercano, las diferencias filosóficas y las críticas públicas sugieren que la relación entre ambos está en punto crítico
Redacción
La relación entre Elon Musk y Donald Trump ha enfrentado tensiones significativas tras la salida de Musk de su rol como asesor en el gobierno de Trump.
Según múltiples fuentes, el conflicto se intensificó debido a la fuerte oposición de Musk a un proyecto de ley fiscal y de gasto promovido por Trump, al que Musk calificó de «abominación repugnante» en redes sociales.
Este proyecto, descrito como un pilar clave de la agenda de Trump, incluye recortes fiscales y un aumento en el gasto de defensa, pero Musk argumentó que incrementaría el déficit federal y socavaría los esfuerzos de su iniciativa, el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), para reducir el gasto público.
El punto de quiebre parece haber sido la decisión de Trump de retirar la nominación de Jared Isaacman, un aliado de Musk, como administrador de la NASA, lo que Musk percibió como un insulto personal.
Fuentes cercanas indican que esta acción, junto con la negativa de la administración a utilizar el sistema Starlink de Musk para el control de tráfico aéreo debido a conflictos de interés, exacerbó las fricciones.
A pesar de un evento en la Oficina Oval el 30 de mayo de 2025, donde Trump elogió a Musk y afirmó que «no se va realmente», las críticas públicas de Musk al proyecto de ley han sorprendido a la Casa Blanca, que no esperaba una postura tan contundente.
Musk, quien invirtió cerca de $300 millones en la campaña de Trump y lideró DOGE durante cuatro meses, ha expresado su preocupación por no querer ser responsabilizado por todas las decisiones de la administración, buscando mantener influencia sin cargar con todas las consecuencias de las políticas de Trump.
Aunque Trump ha minimizado la ruptura, afirmando que Musk seguirá siendo un asesor cercano, las diferencias filosóficas y las críticas públicas sugieren que la relación entre ambos, antes descrita como una «bromance», está en un momento crítico.