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6 octubre,2024
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Revista Digital

 Sergio Antonio Salazar Lozano: Vocación de servicio, responsabilidad y sacrificio por la salud

Por Joaquín López

El director ejecutivo Sergio Antonio Salazar Lozano sigue el legado de su padre, el Químico Sergio Salazar, para que, con trabajo en equipo, mantengan a Lister como la opción número uno entre la ciudadanía y especialistas

Vocación de servicio, responsabilidad y sacrificio, fueron las bases que sentaron la historia de lo que ahora es Grupo Lister, la cadena tampiqueña de laboratorios, banco de sangre, imagenología, y otros servicios de análisis clínicos que se han consolidado en Tamaulipas y el país.

Con más de 50 años de vida, Lister ha dejado huella en el campo médico y de análisis que, a decir de Sergio Antonio Salazar Lozano, director ejecutivo de la empresa, todo se debe al gran trabajo que dedicó su padre, el Químico Sergio Salazar, desde el día uno de operaciones.

Salazar Lozano abrió las puertas de Lister a ALTHER Magazine y, además, el baúl de los recuerdos sobre cómo inició esta gran empresa que ha configurado un equipo de trabajo de excelencia para entregar a la ciudadanía servicios clínicos y médicos de la más alta calidad.

¿Cómo nace Lister?

Lister nace el 1 de diciembre de 1971, en el centro de Tampico en la calle Aduana, en un local que realmente era muy pequeño, en aquel entonces el químico Sergio Salazar, mi padre, arranca con 23 años de edad y entonces el laboratorio era pequeño, en aquel entonces no se equipó con tecnología de punta, todo muy manual, así fue el cómo y el momento en el que arranca.

¿Qué tan fácil o difícil ha sido mantenerse posicionados en el mercado, entre la población?

 Creo que hemos sido muy bendecidos y nunca vamos a dejar de agradecer a la ciudadanía esa preferencia, la verdad de las cosas es que es el resultado de mucho esfuerzo. Dentro de las cosas que se hicieron muy al principio en ese sentido, eso lo hizo mi padre, él cuando nadie tomaba muestras a domicilio pues él empezó con ese servicio a casas, desde el arranque de Lister, laboratorios que existían en aquel momento cerraban al medio día y el servicio se volvió continuo en Lister.

Posteriormente en las noches cuando había urgencias no había quien diera ese servicio, entonces mi papá lo hacía y yo también puedo platicar un poco cómo lo viví de niño, en la casa que teníamos en aquel entonces, mi recamara se encontraba arriba de la cochera y todas las noches, no había noche que no ocurriera, yo me despertaba en alguna hora de la madrugada porque vibraba el piso porque él encendía su Volkswagen y se salía en la madrugada a tomar la muestra a algún paciente hospitalizado que requería de un estudio con urgencia, se iba al centro, levantaba la cortina, entraba al laboratorio, procesaba la muestra, llamaba al hospital con el médico tratante para explicar los resultados para saber si era necesario hacerle otro estudio o no, y finalmente no se iba del laboratorio hasta no haber cerrado la investigación completa con todo lo que el médico requería y con lo que era posible en aquel entonces informar.

Igual me tocaba escucharlo regresar en las noches, madrugadas, en varias ocasiones, eso independientemente que a las 5 de la mañana era lo normal que él saliera a trabajar a abrir el laboratorio, entonces el esfuerzo creo que ha sido titánico en ese sentido, ha sido sostenido de muchos años y creo que más que otra cosa al menos en un inicio eso fue clave.

Evidentemente no es lo único, es decir, él siempre se preocupó y yo he tratado de continuar con eso por tener siempre tecnología de punta, empezar a innovar, hacer estudios que informaran más allá de muchas veces, incluso de la rutina o lo estándar en aquellos tiempos, nuevamente con esfuerzo familiar en muchos sentidos, de repente a lo mejor no saliendo la familia, pero sí adquiriendo un instrumento que nos iba a permitir ofrecer estudios que no existían en la zona.

Parte de esta historia, de su padre, en este legado familiar que aún deja, ¿cuál ha sido el mayor aprendizaje que ha obtenido de su padre y cómo nació esa pasión por el laboratorio, por la química?

Hay muchas cosas que he aprendido de él, una cosa muy importante que me parece ha sido primero su gran capacidad de sacrificio, un poco el si ya sabes, si tienes una meta, un propósito, una vocación, realmente entregarte a ello, esta parte del servicio, creo que ha sido lo más enriquecedor.

A mí en lo personal me parece que es de estas actividades el trabajo que hacemos es de estas ocasiones en que uno se realiza, realmente, ejerciendo la profesión. Esta cercanía que se tiene con el paciente nos humaniza, nos encontramos en el otro y reconocemos las propias vulnerabilidades que tenemos todos como seres humanos.

Ninguno podemos solos, sino que estamos para apoyarnos unos a otros, cada quien con lo que sabemos, y bueno también es hasta cierto punto una responsabilidad y en ese sentido asumirla por completo y es una manera en la que hemos encontrado la felicidad y lo hacemos día con día.

Yo no veo, ni he visto, ni creo que mi papá lo haya hecho nunca, el trabajo como una herramienta para hacer dinero y todo lo demás, esto es una consecuencia a lo que uno se entrega para apoyar a nuestros semejantes, hacer lo más que podamos, lo que nos permita nuestro saber profesional y el equipo que tenemos, porque otra de las cosas importantes que mi papá nos ha enseñado es la importancia de hacer equipo, ninguno lo sabe todo y ninguno lo puede todo, la humildad es uno de los valores que tenemos, y también nos damos cuenta que en equipo nos complementamos.

Formar esos equipos es de lo más gratificante que hemos hecho, encontrar otras personas con esta vocación e impulso por servir, apoyar, ayudar, incluso por seguir emprendiendo, porque esta área está todos los días desarrollando lo más, están saliendo tecnologías, instrumentos, estudios y muchas cosas que salen a pasos agigantados.

Entonces realmente quien crea que porque ya salió de la universidad, ya no va a agarrar un libro o estudiar, pues está muy equivocado, de hecho es una de las preguntas que hago yo, aunque me toca cada vez menos entrevistar personas, pero cada que alguna persona me respondía que afortunadamente ya había salido de la carrera, y ya no iba a tener que leer más, pues esas eran las personas que no agarrábamos, porque ese no es el perfil que estamos buscando.

¿Cuántas generaciones de su familia están levantando a Lister?

Somos por ahora dos, mi padre y yo, ahora no somos los únicos que hemos estado en el laboratorio, en el banco de sangre, el doctor Gerardo Salazar, estuvo muchos años, la química Alma Rosa Salazar es hermana de mi papá igual muchos años, el señor Rafael Salazar, hermano de mi papá colaboró con nosotros en el área de mantenimiento, digamos que la familia ha estado involucrada, tengo algunas primas que también han colaborado en distintos momentos, mi hermana estuvo un tiempo, de alguna manera, digamos que mucha de la familia ha estado en esta empresa, en este proyecto.

¿Cuál ha sido el mayor reto que ha significado llevar al frente esta empresa y continuar con el legado de su padre?

El reto más grande he sentido para mí y esto desde el día uno fue llenar los zapatos, que yo creo que, siempre sentí que me quedaron grandes, entonces la verdad de las cosas, eso me impulsó a esforzarme más de lo que habría hecho, tal vez, sino hubiera sido este el caso yo sentía que había una gran responsabilidad en mis hombros, en cuanto yo regresé de la ciudad de Monterrey donde me formé e hice mi carrera y luego mi posgrado; y me quedé en el laboratorio.

La verdad es que el sentido de responsabilidad de cuánta gente se apoyaba en nosotros, el diálogo con pacientes, con médicos, con familias, y todos al final del día con mucha confianza, esos son de las cosas que a mí más me preocuparon fue el fallarle a alguien, y eso me llevó a estudiar muchísimo, porque no podía fallar por desconocimiento, por ignorancia, entonces hubo mucho trabajo que hacer, desde un inicio y esto ha sido algo que sí lo tuve claro desde el inicio, que es que no se iba a terminar nunca y lo volví un estilo de vida.

¿Cómo es un domingo en la casa de la familia Salazar?

Lo que hacemos es buscar la oportunidad de convivir un poco en familia, entre semana siempre es muy complicado, entonces la oportunidad de encontrarnos en familia es algo que procuramos los domingos, dialogar, conocer también las inquietudes, los intereses y lo que en un momento dado motiva, mueve a nuestros hijos, en este caso mi esposa y yo, y también nosotros para de repente poder dialogar un poco más  a profundidad y extensa porque a veces entre semana, insisto, no es tan sencillo, básicamente es eso, procurar los tiempos para comer fuera, para estar más relajados y luego en la tarde pasear un poco.

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