Durante la sesión, destacó la publicación de cifras económicas sólidas en Estados Unidos, así como el incremento en los precios de las materias primas.
El peso mexicano experimentó un avance el martes debido a la debilidad global del dólar, en respuesta a la publicación de sólidas cifras económicas en Estados Unidos. Estos datos refuerzan la expectativa de que la Reserva Federal (Fed) podría posponer su previsto primer recorte de tasas para junio.
El peso mexicano registró un avance el martes, impulsado por la debilidad generalizada del dólar, que fue una reacción a la publicación de sólidas cifras económicas en Estados Unidos. Estos datos refuerzan la expectativa de que la Reserva Federal (Fed) podría posponer su previsto primer recorte de tasas para junio.
El dólar se cotizó en 16.5610 pesos, lo que significó una apreciación del 0.42% para la moneda mexicana, según los datos de cierre proporcionados por Banxico.
Humberto Calzada, economista en jefe de la firma Rankia Latinoamérica, destacó: «Es importante tener en cuenta que el nivel de 16.50 pesos es un suelo que ha estado presente durante los últimos ocho años. Ese nivel será crucial».
Sin embargo, se espera que el peso pierda fuerza en el futuro, en parte debido a la volatilidad asociada con las próximas elecciones tanto en México como en Estados Unidos, según añadió Calzada.
Una encuesta mensual realizada por el banco central mostró este martes que el mercado anticipa que el peso cerrará el año 2024 en 18.10 unidades, lo que representa una pérdida del 9% frente a los niveles actuales. Aunque esta proyección es ligeramente más favorable que los 18.31 pesos por dólar que se habían estimado en el sondeo de marzo.
Según un informe de Base, la apreciación del peso está vinculada al aumento de los precios de las materias primas, que a su vez están reaccionando a una mayor aversión global y a la expectativa de que en la reunión de la OPEP+ programada para el miércoles se mantendrán los recortes de producción de petróleo.
Además, los precios de los commodities están respondiendo a la expectativa de una mayor demanda tanto de China como de Estados Unidos, debido a la mejora en el sector manufacturero de estos países. También se especula que las fundiciones de cobre de China, que son responsables de más de la mitad del cobre refinado mundial, están considerando recortar su producción en un 10%, según señala el grupo financiero.