Redacción
La presidenta Claudia Sheinbaum llega a sus primeros seis meses de gobierno con presiones arancelarias y dos crisis que no ceden: la de violencia y de personas desaparecidas. Pero también con 28 reformas aprobadas, entre ellas varias que prometió en campaña como la que elimina la reelección, y una alta aprobación.
Sheinbaum ha cumplido, o está en proceso de hacerlo, al menos 40 de los 100 compromisos que hizo el 1 de octubre de 2024 cuando tomó posesión como la presidenta 66 de México; destaca la implementación de nuevos programas sociales y los primeros pasos para desarrollar sus planes de infraestructura y construcción de viviendas.
El camino no ha sido sencillo para la morenista, principalmente porque en tres de sus primeros seis meses de gestión tuvo que sortear presiones desde el exterior que tienen nombre y apellido: Donald Trump.
Politólogos consideran que, a pesar de las complejidades que implica lidiar con un presidente como Trump, la mandataria ha sabido cómo tratar a su homólogo y hasta el momento, estiman, lo ha hecho bien.
“Sheinbaum ha optado por ‘cabeza fría’ y plantarse poco a poco con un presidente tan controversial como es Donald Trump. Entonces, creo que lo ha hecho bien, lo que le ha ayudado a ganar esa credibilidad frente a los demás, frente a la ciudadanía; el mismo Trump reconoce de alguna manera la figura de la presidenta”, explica Azucena Rojas, profesora del Tecnológico de Monterrey.
El factor Trump
Aunque en sus primeros seis meses la presidenta ha dado continuidad a lo hecho por su antecesor Andrés Manuel López Obrador, e inició los primeros proyectos de administración, el factor Trump la han orillado a modificar su agenda y algunas acciones de gobierno.
Entre octubre y diciembre, Sheinbaum se refería a Trump solo cuando el entonces presidente electo amenazaba a México. La respuesta de la mandataria era esperar al inicio del nuevo gobierno de Estados Unidos y manifestar su confianza en que habría una buena relación con el republicano.
Sin embargo, desde el pasado 20 de enero, la presidenta se refiere a su homólogo prácticamente todos los días.
En lo que va de su gobierno, Sheinbaum ha sostenido cuatro llamadas con Trump y ha enviado dos cartas, en las que los temas principales fueron migración, combate al fentanilo y aranceles.
Para contener los aranceles, Sheinbaum aceptó tomar medidas encaminadas a contener el tráfico drogas y el flujo migratorio. Se implementó la la Operación Frontera Norte, con el despliegue de 10,000 elementos de seguridad, cuyos resultados son 129 kilogramos de fentanilo y 1,899 presuntos delincuentes detenidos.
México también ha contribuido a que en la frontera común el número de encuentros con migrantes esté en sus niveles más bajos. En febrero, el segundo mes del gobierno de Trump, se registraron 11,709 encuentros (detenciones), casi 50,000 menos de los reportados por EU en enero, que fueron 61,447.
Política reformista
En sus primeros seis meses como presidenta, Sheinbaum envió al Congreso de la Unión 31 reformas de diversas materias que van desde seguridad, energía, vivienda, electoral y de género, por lo que la agenda del Poder Ejecutivo ha dominado las discusiones en el Senado y en la Cámara de Diputados.
Pero no todas las reformas han sido avaladas tal cual las envió la mandataria, como sucedió con su antecesor, el expresidente Andrés Manuel López Obrador. De total de iniciativas que remitió, tres fueron cambiadas y una más (a la Ley del ISSSTE) fue retirada antes de su discusión por la presión que ejerció la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Alejandro Martínez Serrano, académico de la Universidad La Salle, observa que Sheinbaum le ha dado continuidad a las iniciativas de López Obrador, ya que varias propuestas que ha presentado están relacionadas con modificaciones constitucionales que el exmandatario federal envió unos meses antes de terminar su sexenio.
“Se entiende al actual gobierno como una continuación de la anterior. No se distingue de aspectos muy destacados, sino como una continuidad de la administración anterior. Ese es el postulado por el cual la mayor parte del electorado votó por ella, no una diferenciación entre un gobierno y otro”, advierte el experto en política.
Entre las iniciativas que impulsó la presidenta están dos paquetes de reformas que establecen las reglas para la primera elección del Poder Judicial, que se realizará el 1 de junio, así como aquellas que desaparecieron el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai).
Llega con buena aprobación
La presidenta llega a su primer semestre de gobierno con una alta aprobación ciudadana.
De acuerdo con una encuesta de El Financiero, en febrero, quinto mes de la gestión de la morenista, Sheinbaum tenía 85% de aprobación ciudadana, la más alta para cualquier presiente. Solo López Obrador alcanzó 83% en febrero de 2019.
Aldo Muñoz Armenta considera que parte de la aprobación de Sheinbaum responde a cómo ha manejado la relación con Trump.
“Le ha ayudado a su aprobación mostrarse bastante firme y al mismo tiempo mesurada”, valora.