Este miércoles, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) manifestó su disposición para ofrecer asistencia a las familias afectadas por el huracán Beryl, mostrando solidaridad y comprometiéndose a colaborar en la restauración de la vida cotidiana en los países del Caribe.
En un comunicado oficial, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) expresó su profundo pesar por las pérdidas humanas y materiales ocasionadas por el huracán Beryl, manifestando su solidaridad incondicional con todos los países caribeños, tanto miembros como no miembros de la alianza, afectados por la devastadora trayectoria del fenómeno natural.
La ALBA se comprometió a unirse a los esfuerzos de los gobiernos del Caribe para la atención y reparación de los daños causados por este huracán, cuya evolución inesperada ilustra los graves efectos de la crisis climática y subraya la necesidad urgente de colaborar unidos para mitigar sus consecuencias y ofrecer una respuesta rápida a las comunidades afectadas.
La organización destacó la relevancia de establecer la ‘Agencia para la Prevención y Gestión de Riesgos’ del bloque, conforme a los acuerdos establecidos durante la cumbre celebrada en abril en Caracas. La ALBA está integrada por Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Granada, Dominica y Santa Lucía.
La Alianza ALBA ha expresado su disposición para proporcionar asistencia a los afectados por el huracán Beryl. En el noreste de Venezuela, específicamente en la localidad de Cumanacoa, estado Sucre, al menos 1,440 personas se encuentran en refugios solidarios después de perder sus viviendas debido al desbordamiento de un río durante el paso del huracán. Las autoridades han reportado tres muertes y cinco personas desaparecidas como resultado de este desastre natural.
República Dominicana y Haití experimentaron un impacto relativamente leve del huracán, cuyo principal efecto en la isla Española, compartida por ambos países, fue un intenso oleaje que golpeó el litoral caribeño.
Según el informe preliminar de daños, casi medio millón de personas en la región se vieron afectadas por cortes en el suministro de agua, mientras que miles quedaron sin servicio eléctrico.
Las alertas de huracán continúan vigentes para las islas Caimán y la costa de la Península de Yucatán, mientras que el Gobierno de Jamaica ha declarado la isla como zona de desastre para los próximos siete días.