POR JORGE LARA
Recuerdo la primera vez que te pisé, fue por allá del verano de 2010, con un grupo de grandes amigos fuimos a ver a la España que estrenaba su corona de Campeón del mundo ante México, el resultado fue lo de menos, un empate a un gol.
Mi primera reacción por fuera, fue de impresión, el tamaño, el ambiente, el escenario en general. Una vez dentro entendí el significado de majestuosidad; imponente desde que observas un poco del final a través del túnel que te lleva a la cancha, así fue mi primera experiencia contigo.
Eres un mítico sitio del que había escuchado múltiples historias, al que había visto a través de la televisión miles de veces, y del que tanto había soñado en conocer, lo hice ya grande para un aficionado al futbol (20 años) sin embargo, no cambiaría nada de aquel día, quién diría que 8 años después te convertirías en la oficina de cada 15 días.
Los mundiales del 70 y del 86, las grandes épicas de Pelé y Maradona, los juegos de la Selección Mexicana en eliminatorias y los triunfos en Copa Oro y Confederaciones ante Brasil acompañados todos de entrañables narraciones, además de tu voz fueron forjando tu leyenda.
Quizá es por todo eso, o solo por nostalgia, que hoy duele verte con otro nombre, y créanme que entiendo perfectamente las necesidades que orillaron a este cambio, entiendo la evolución que ha tenido el futbol que ha llevado a otros recintos por el camino de vender el nombre, de verdad lo entiendo, en muchos casos lo comparto, pero en este… en este no del todo.
La Copa del Mundo de 2026 te exige renovarte, ampliarte y ponerte a punto para el magno evento es algo que no resulta nada fácil, más cuando tienes el tiempo encima, pero sobre todo cuando no hay dinero, además de que 2 mil cien millones de pesos es una cifra irrechazable para ahora llevar el nombre de un banco. Pero también entiendo que este cambio es en pro de seguir engrandeciendo tu historia, tu mística y tu legado.
Perdón que no te pueda llamar con tu nuevo nombre, y es que me rehuso a enterrar el recuerdo y tu imponente aura, perdón si te sigo llamando, Monumental Estadio Azteca…