Un juez federal determinó que la ocupación de las instalaciones de la siderúrgica ArcelorMittal en Michoacán por parte de sus trabajadores desde finales de mayo pasado es ilegal. En respuesta, la empresa ha iniciado el proceso de despido de los empleados involucrados en esta acción, según informó ArcelorMittal en un comunicado emitido el viernes.
El juez quinto de distrito en materia de trabajo de la Ciudad de México decidió no admitir el caso, argumentando que se trató de una huelga irregular. La causa principal de esta decisión fue que la toma de las instalaciones ocurrió antes de notificar adecuadamente a la compañía y a las autoridades pertinentes, como lo exigen las leyes laborales mexicanas.
Inicialmente, el juez había rechazado la solicitud de emplazamiento a huelga por la misma razón, pero la sección 271 del sindicato, que representa a los trabajadores de la siderúrgica, presentó un amparo alegando inconformidad.
En el amparo, el sindicato intentó desacreditar al actuario que confirmó la ocupación violenta de las instalaciones en Lázaro Cárdenas, Michoacán, donde se encuentra ubicada la empresa.
Los trabajadores de ArcelorMittal iniciaron la huelga el 24 de mayo en la mina y planta de la empresa, aunque el emplazamiento oficial se notificó a la compañía seis días después, el 30 de junio, y el juez señaló que la huelga estalló el 11 de junio.
ArcelorMittal acusó a los trabajadores y al sindicato de secuestrar las instalaciones para forzar a la empresa a realizar pagos excesivos no contemplados por la ley.
Como consecuencia de la decisión del juez, la siderúrgica ha iniciado el proceso para terminar de manera definitiva la relación laboral con los trabajadores involucrados en la huelga, a través de los Tribunales Colectivos de Trabajo de la Ciudad de México, quienes pronto emitirán una resolución al respecto.
La semana pasada, la empresa había propuesto un acuerdo a los trabajadores y al sindicato, que incluía un pago de 2.000 dólares por trabajador, compensación del 75 % por los días no laborados durante la huelga, y la revisión del pago correcto de las utilidades anuales. Sin embargo, el acuerdo fue rechazado por los trabajadores el 9 de julio pasado.
La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero expresó su preocupación por el impacto económico de la huelga en el comercio y en la cadena de valor en Norteamérica.