Los robots humanoides están en auge. Amazon está experimentando con robots bípedos llamados Digit, desarrollados por la startup Agility Robotics, en sus centros de distribución. Figure AI recientemente recaudó 675 millones de dólares, con una valoración de 2.600 millones de dólares, para desarrollar humanoides destinados a BMW y otras empresas. Mientras tanto, Elon Musk está promoviendo el robot Optimus de Tesla como una máquina capaz de ayudar en el ensamblaje de automóviles en el futuro, aunque el prototipo actual parece estar controlado por humanos. Estas son solo algunas de las más de doce empresas, incluyendo la noruega 1X y Sanctuary AI, que están trabajando en humanoides prometiendo versatilidad similar a la de los humanos.
Para los fundadores de Apptronik, una pequeña spin-off de la Universidad de Texas en Austin que desarrolla el humanoide Apollo, la reciente atención es sorprendente. Han estado construyendo un robot humanoide que puede manipular objetos y mover cajas durante ocho años, con una financiación total de solo 28 millones de dólares, una fracción de la inversión actual en el sector. Hasta esta primavera, cuando obtuvieron más financiación, Apptronik había recaudado más en ingresos que en inversiones: más de 30 millones de dólares.
Jeff Cardenas, cofundador y CEO de Apptronik, comentó: “Es interesante ver cómo todos promocionan algo que hace apenas dos años consideraban una tontería.”
El Apollo de Apptronik mide 1,72 metros, pesa 72 kilos y tiene una pantalla en el pecho. Su cabeza humana contiene cámaras y sus manos tienen guantes negros. El robot, ahora en su octava versión, puede doblarse por la cintura y las rodillas, y soportar hasta 25 kilos gracias a los actuadores que han pasado por 40 iteraciones. La empresa planea lanzar la novena versión este año, con un diseño más estilizado y una batería de mayor capacidad.
Actualmente, el Apollo realiza tareas básicas como mover cajas y contenedores industriales, una tarea crucial para fabricantes y operadores de almacenes con escasez de trabajadores. Apptronik ha contratado a Mercedes para probar el robot en una planta en Hungría, y también tiene acuerdos con Terex, un fabricante de equipos de manipulación de materiales, y con GXO Logistics. Además, está en conversaciones con unos 60 clientes potenciales y espera pasar de los proyectos piloto a un lanzamiento comercial a fines de 2025.
Figure ha lanzado recientemente la segunda versión de su humanoide y ha anunciado que sus robots han superado una prueba piloto con BMW en su planta de Spartanburg, donde insertan piezas metálicas en accesorios específicos.
El valor comercial de los humanoides reside en su capacidad para realizar múltiples tareas en entornos no estructurados, alternando entre diferentes actividades. Luis Sentis, cofundador y asesor científico de Apptronik, argumenta que no hay un formato más versátil que el cuerpo humano para estas tareas.
Actualmente, más de 16 empresas están fabricando robots bípedos o con brazos funcionales, y se espera que el mercado de humanoides alcance los 38.000 millones de dólares para 2035, impulsado por avances en inteligencia artificial y la disminución de costos. La inteligencia artificial permite a los humanoides aprender nuevos movimientos al emular a los humanos.
Melonee Wise, directora de tecnología de Agility Robotics, señala que lo que está ocurriendo con los humanoides es similar a la explosión inicial de los robots móviles autónomos. La inversión y el interés en el sector están aumentando rápidamente.
Apptronik recaudó recientemente 37 millones de dólares, elevando su financiación total a 65 millones de dólares con una valoración de aproximadamente 250 millones de dólares. La empresa está en proceso de recaudar más de 100 millones de dólares, con una valoración esperada de al menos 1.000 millones de dólares.
Bill Gates visitó recientemente la sede de Apptronik en Austin para conocer más sobre sus humanoides. Sin embargo, aún no está claro cuánto tiempo tomará que los proyectos piloto sean aprobados para uso comercial. Los robots generalmente operan en jaulas por razones de seguridad, y algunos expertos consideran que la tecnología todavía está en una etapa temprana de desarrollo.
A pesar de que los robots humanoides han sido una fantasía durante siglos, como lo demuestran los diseños de Leonardo da Vinci y el WABOT-1 de 1973, solo en la última década se han visto avances significativos. La automatización industrial, liderada por empresas como Amazon y Symbotic, ha transformado el campo, y la reciente explosión de interés en los humanoides puede ser un indicador de que la tecnología está lista para su aplicación comercial.