Un grupo de empresas internacionales ha invertido más de 1,800 millones de dólares en la construcción de plantas fundidoras de acero, hierro, aluminio, zinc y cobre en México. Esta inversión busca satisfacer la creciente demanda de las industrias automotriz, aeroespacial y de electromovilidad, trasladando operaciones desde Asia, Europa y Estados Unidos al país.
Bruno Jaramillo, CEO de la Sociedad Mexicana de Fundidores (SMF), destacó que esta cifra se alcanzó antes de lo previsto, entre 2022 y 2024. A pesar de la notoriedad de la planta de Tesla en Nuevo León, Jaramillo subrayó que la inversión extranjera en fundición va más allá de este caso particular.
Jaramillo también mencionó que la inversión en el sector se mantendrá debido a la estabilidad jurídica ofrecida por México. Sin embargo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador debe mejorar la seguridad pública y facilitar la inversión para atraer más capital extranjero. Además, varios grupos de inversionistas internacionales están a la espera de la nueva administración de Claudia Sheinbaum para anunciar nuevos proyectos.
Después de la pandemia, la industria de fundición sufrió una disminución del 30% en la producción nacional, pero ha mostrado una recuperación significativa desde mediados de 2022. Actualmente, las empresas en México producen más de 21,300 millones de dólares en partes fundidas y otros componentes, con el 63% de esta producción dirigida a los sectores automotriz, aeroespacial y de electromovilidad. Mientras el 54% del consumo es interno, el resto se exporta a países como Estados Unidos, Japón, Alemania y Corea del Sur.