En su reunión anual, los accionistas de Nike votaron en contra de una propuesta que buscaba explorar la posibilidad de establecer acuerdos vinculantes con los trabajadores de su cadena de suministro para abordar de manera más efectiva las cuestiones de derechos humanos en países de alto riesgo, según informó la compañía este martes.
La propuesta fue presentada por un grupo de inversores liderado por Domini Impact Equity Fund, que el año pasado había solicitado a Nike el pago de 2.2 millones de dólares en salarios presuntamente impagos a unos 4,000 trabajadores de confección en Camboya y Tailandia.
Otra petición similar, liderada por el inversor Tulipshare, también buscaba por segundo año consecutivo que la empresa evaluara la efectividad de su gestión de la cadena de suministro, abordando preocupaciones sobre trabajo forzoso y robo de salarios.
Sin embargo, los accionistas votaron en contra de ambas propuestas. La misma propuesta del año pasado fue rechazada por casi el 80% de los inversores que votaron.
La junta directiva de Nike había recomendado a los accionistas que votaran en contra de ambas propuestas, argumentando que la empresa ya ha implementado controles sólidos para identificar y abordar problemas laborales en su cadena de suministro.
Aunque los resultados no son jurídicamente vinculantes, una petición respaldada por una parte significativa de los accionistas puede a menudo ejercer presión sobre la empresa para que tome medidas.
Nike se enfrenta a un potencialmente complicado año fiscal 2025 con la posibilidad de una reestructuración, tras la votación de los accionistas sobre propuestas clave en su reunión anual.
La propuesta presentada por Domini Impact Equity Fund solicitaba a Nike que publicara un informe sobre el impacto de la adopción de la responsabilidad social impulsada por los trabajadores (RSS). Esta iniciativa busca establecer acuerdos vinculantes con los trabajadores en materia de normas de seguridad y remedios. Además, Domini pidió a Nike que explicara por qué no ha firmado el Acuerdo de Pakistán, un pacto de salud y seguridad que ha sido suscrito por otras marcas como Adidas y Puma.
El fondo de riqueza de Noruega, uno de los mayores accionistas de Nike, apoyó la propuesta de Domini y expresó su intención de votar en contra de la compensación ejecutiva de Nike, alegando que era excesiva. Sin embargo, los accionistas finalmente aprobaron la propuesta de la empresa sobre la compensación de los ejecutivos. La remuneración del director ejecutivo de Nike, John Donahoe, ascendió a 29.2 millones de dólares para el año fiscal 2024.
Estas decisiones y el contexto de las propuestas reflejan las tensiones y desafíos que Nike podría enfrentar en su gestión de derechos laborales y estructura organizativa en el futuro cercano.
Los analistas de Wall Street plantearon la posibilidad de una reestructuración de la dirección antes del día de los inversores de la empresa en noviembre, tras el pronóstico del fabricante de ropa deportiva de una caída sorpresiva de los ingresos del año fiscal 2025.
Nike está luchando contra un retraso en la innovación y la creciente competencia de marcas como On, respaldada por Roger Federer, y Hoka, de Decker Outdoor.
