Caracas. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, criticó duramente a su rival electoral, Edmundo González Urrutia, quien afirmó haber sido forzado a firmar un documento que le permitiría salir al exilio en España. Durante un acto oficial, Maduro señaló: «Me da pena ajena que usted, señor González Urrutia, que me pidió clemencia a mí, no tenga palabra».
El chavismo hizo pública una carta en la que González Urrutia se comprometía a «acatar» el fallo de la Corte Suprema que validó la reelección de Maduro para un tercer mandato en los comicios del 28 de julio. Sin embargo, el opositor sostiene que firmó bajo «coacción» para poder abandonar el país, lo que ha generado un intenso debate político, incluso en España.
La reelección de Maduro, proclamada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), no ha sido reconocida por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina, que han denunciado fraude. A pesar de esto, el Parlamento Europeo reconoció a Maduro como «presidente legítimo», lo que fue considerado una «nefasta agresión» por la Asamblea Nacional de Venezuela.
Maduro continuó su ataque, descalificando a González Urrutia y utilizando el apodo «pataruco», refiriéndose a un gallo inepto, y acusándolo de traicionar a sus seguidores en un intento de salvación personal.
González Urrutia, quien había estado en la clandestinidad durante un mes, llegó a Madrid el 8 de septiembre después de suscribir la carta polémica. En ella, se comprometía a acatar las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia, aunque no estaba de acuerdo con ellas. En respuesta a las acusaciones de coacción, el opositor afirmó que no había sido presionado por el gobierno español ni por su embajador en Venezuela.
El Partido Popular español ha solicitado explicaciones al gobierno sobre las gestiones realizadas en la embajada de Caracas, mientras que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, defendió el compromiso de España con la democracia y los derechos humanos.
Por su parte, Jorge Rodríguez, dirigente chavista, insistió en que González Urrutia se acercó al gobierno por propia voluntad y lo describió como una «capitulación». Este intercambio de acusaciones refleja la creciente tensión en el clima político venezolano de cara a las elecciones.