Ayer, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue declarado oficialmente extinto por el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), tras no haber alcanzado el 3% de la votación válida en la elección federal del 2 de junio. Este dictamen se considera un acta de defunción para el partido, que tuvo 35 años de historia en la política mexicana.
Durante la sesión, representantes de partidos como PAN, PRI, MC y PT elogiaron los logros del PRD y su papel en la consolidación de la democracia en México. Sin embargo, Morena y el PVEM optaron por el silencio. El representante del PRD, Ángel Ávila Romero, reflexionó sobre la trayectoria del partido, reconociendo errores en su historia, aunque no admitió que una de las fallas fue su alianza con el PAN y el PRI.
Ávila también señaló que el PRD todavía tiene presencia como partido local en 13 estados, pero el día se vivió como un luto para la democracia mexicana. Se recordó la herencia del PRD en la construcción de instituciones como el INE y su impulso a los derechos de las mujeres.
El consejero Uuc-kib Espadas, quien se había afiliado al PCM en 1976, expresó su pesar por la pérdida del registro, mientras otros consejeros destacaron el impacto histórico del PRD, nacido tras el fraude electoral de 1988. Su extinción se considera un golpe a la pluralidad política del país.