Redacción
Alemania vive una de sus peores crisis desde la reunficación. Su sistema político está cada vez más fracturado y la ruptura de la coalición en el poder ha obligado a adelantar las elecciones, con el riesgo de darle mayor poder a la extrema derecha. La economía, que en algún momento fue el motor de crecimiento de la Unión Europea y una de las más prósperas del mundo, ahora está en recesión.
Los indicadores económicos de Alemania llevan años mostrando debilidad. El milagro que llevó a este país a ser la mayor economía de Europa parece estar terminando.
Por segundo año consecutivo, la economía se contrajo en 2024, debido a la persistente crisis de su modelo industrial y exportador, de acuerdo con datos oficiales.
El producto interior bruto alemán se contrajo un 0.2% en 2024, según una primera estimación publicada este miércoles por el instituto Destatis.
En 2023, el PIB ya se había contraído un 0.3%, a causa del alza del coste de la energía, inducido por la invasión rusa de Ucrania.
En el último trimestre de 2024, el PIB cayó un 0.1% en comparación con el trimestre anterior, según una estimación preliminar de Destatis.
El repliegue de 2024 está alineado con las estimaciones del gobierno y el banco central alemán (Bundesbank), mientras que el FMI, más optimista, esperaba un estancamiento.
“La elevada incertidumbre ha afectado al consumo y la inversión, y las perspectivas comerciales han empeorado a medida que se debilitó la demanda mundial de bienes industriales”, indica la Comisión Europea en su sitio web.
Deja la corona de las exportaciones
Alemania ya no es tampoco el Exportweltmeister, el «campeón mundial de las exportaciones», como se conocía en los mercados internacionales.
Las exportaciones alemanas, pilar histórico del éxito económico del país, «se redujeron pese al incremento global del comercio mundial en 2024», comentó Ruth Brand, la presidenta del instituto Destatis, en una rueda de prensa.