Por Jimena Torres
En un mundo donde la contabilidad suele percibirse como rígida, técnica y poco accesible, Aranza Saldierna ha sabido darle un giro audaz y refrescante. Con un traje rosa como bandera y una visión disruptiva, esta joven emprendedora mexicana ha creado Fiscalmente Rubia, una marca que va más allá del despacho contable: es una plataforma educativa, un proyecto con impacto social y una comunidad en crecimiento.

¿Cómo nace Fiscalmente Rubia?
La idea surgió cuando trabajaba en el corredor industrial. Todo era muy sobrio, muy masculino: botas, cascos, tonos oscuros. Con mi primer salario, me compré un traje rosa. Me sentía fuera de lugar, pero ahí entendí que no tenía que adaptarme al entorno; podía aportar algo distinto. Fiscalmente Rubia nace de ese contraste, inspirado en Legalmente Rubia, pero desde el mundo fiscal.
¿Cómo pasaste de una idea en tu cuarto a un despacho consolidado?
Empezó literalmente en mi cuarto, con una lámpara y mi celular. Subía contenido mientras llevaba las cuentas de mis primeros clientes. Hoy tenemos más de 60, automatizamos procesos y trabajamos con marcas grandes de contabilidad. Pero no ha sido fácil: he tenido que empezar de cero más de dos veces, y eso te obliga a reaprender, reorganizar y mejorar constantemente.
¿Qué ha sido lo más retador de emprender en este sector?
“Uno de los mayores retos fue empezar de cero más de una vez. Como emprendedora, a veces romantizas que el equipo con el que comienzas va a estar para siempre. Pero no. Hay que aprender a soltar, a reconstruir y a volver a empezar. Eso me enseñó a replantear procesos, automatizar y adaptarme constantemente.”
También fue difícil entender que crear contenido requiere estrategia: al principio solo hacía videos, pero no convertía. Hasta que estudié marketing y entendí cómo monetizar y atraer a los clientes correctos.
Más allá de lo fiscal, has hablado de un impacto social importante en tu trabajo…
Sí, sin duda. Me han tocado casos donde las personas, sobre todo mujeres, viven violencia financiera sin saberlo. Cuando vienen a una asesoría, detecto ciertas dinámicas y soy muy clara: “Esto no te conviene”. A veces mi trabajo es más humano que técnico. Y para mí, eso vale más que llevar bien una contabilidad.

Enseñar con estilo (y mucho contenido de valor)
Fiscalmente Rubia se ha convertido también en un espacio de educación fiscal accesible. A través de redes sociales, Aranza comparte temas como la declaración anual, tipos de régimen, cómo facturar, entender tu nómina o cómo emprender con orden fiscal.
“Siempre he apostado por el contenido con propósito. No se trata de tener likes, sino de generar valor real. Por años yo hice todo: diseño, edición, grabación, redacción. Hoy tengo apoyo, pero sigo siendo el alma creativa del proyecto.”
¿Cómo monetizas este contenido?
Principalmente con la captación de clientes mensuales, pero también con colaboraciones con marcas del sector. A largo plazo queremos crear una plataforma para emprendedoras —las famosas «nenis»— para que aprendan a facturar y llevar sus finanzas, y también una herramienta para contadoras: un CRM hecho por y para nosotras.

¿Qué le dirías a quienes le tienen miedo al mundo fiscal?
Que no están solas. Que no hay pregunta tonta. Que sí se puede aprender. Y si no sabes por dónde empezar, para eso está *Fiscalmente Rubia*. Lo hacemos con corazón, con calidad… y con mucho rosa.