Redacción
China aumentó los aranceles sobre bienes estadounidenses al 125% como respuesta a los recientes incrementos arancelarios de EE. UU., que totalizan un 145% sobre productos chinos, según lo anunciado el 11 de abril de 2025.
Beijing calificó la política de aranceles de EE. UU. como insostenible y afirmó que no planea más alzas arancelarias, señalando que el comercio bilateral ya está severamente dañado.
Además, China impuso medidas simbólicas, como restricciones a importaciones de películas de Hollywood, y busca diversificar su economía fortaleciendo lazos con otros países.
En respuesta, EE. UU. ha intensificado su postura, justificando sus aranceles como una medida para proteger su economía y contrarrestar prácticas comerciales desleales de China.
Funcionarios estadounidenses han insinuado posibles sanciones adicionales o restricciones a inversiones chinas, mientras mantienen presión para renegociar acuerdos comerciales.
Esta escalada ha generado volatilidad en los mercados globales, con temores de una recesión económica y disrupciones en las cadenas de suministro internacionales.