El Banco de México estima que la inflación alcanzará su objetivo del 3% para finales de 2025. Sin embargo, hay factores preocupantes que podrían retrasar este objetivo, como el aumento continuo de precios en los servicios y los efectos del cambio climático. La subgobernadora de Banxico, Galia Borja, explicó que, aunque el componente subyacente del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que excluye los precios de bienes y servicios más volátiles, ha mostrado una trayectoria descendente desde su pico en noviembre de 2022, esta disminución ha sido lenta.
Durante la sesión “Política Monetaria”, Borja señaló que, aunque las mercancías dentro del componente subyacente han mostrado una clara tendencia a la baja, los precios de los servicios no han seguido la misma tendencia, destacando los incrementos en servicios educativos y seguros de automóviles.
“El componente de servicios no ha mostrado un punto de inflexión claro hacia la baja y ha mantenido un nivel superior al 5% durante más de un año. Esta es una de nuestras principales preocupaciones en la Junta de Gobierno de Banxico porque los demás componentes tienen un comportamiento más favorable, pero los servicios aún muestran persistencia y es nuestro principal factor de riesgo”, dijo Borja.
En el marco de la Cátedra SHCP 2024, organizada por la Facultad de Economía de la UNAM, añadió que la persistencia en el componente de servicios se debe en parte al traspaso de costos, como salarios impulsados por el aumento al salario mínimo y precios más altos en insumos de importación y nacionales.
“Creemos que la inflación aún está por debajo de estos costos, lo que puede estar generando cierta persistencia. No necesariamente significa que el 100% de los costos se transfiera, pero esta es una de las razones”, apuntó.
Galia Borja también explicó que el cambio climático ha generado incertidumbre, reflejada en el aumento de la temperatura global y en México, lo que ha causado sequías.
“Estamos experimentando una sequía significativa en el país, que afecta la producción de productos esenciales en la canasta de consumo de los mexicanos, como el jitomate y la cebolla”, lo que ha generado presiones inflacionarias, mencionó.
“También hemos visto el impacto de huracanes, como el devastador huracán Otis en Acapulco. Además, la necesidad de reducir el consumo de combustibles fósiles para disminuir las emisiones de CO2 plantea un reto para las economías al invertir en tecnologías más limpias”, agregó Borja.
Esto “implica mayores costos a corto plazo y en Banxico analizamos y publicamos investigaciones al respecto. Creemos que los riesgos están acotados, pero es necesario seguir monitoreándolos de cerca y tomar medidas”, advirtió.