La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) ha tomado la decisión, con mayoría de votos, de reducir en 25 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, disminuyéndola de 11.25 a 11 por ciento. Esta medida entrará en vigor a partir del 22 de marzo de 2024.
Es el primer descenso que se registra desde febrero de 2021, cuando la tasa de interés alcanzó un mínimo del 4 por ciento, como parte de las medidas de política monetaria adoptadas por Banxico para mitigar los impactos económicos derivados de la pandemia por COVID-19. Posteriormente, el banco central inició un ciclo de incrementos en la tasa de interés a partir de junio de 2021.
Según el anuncio de política monetaria del Banxico, la Junta de Gobierno evaluó la mitigación de los efectos de los choques inflacionarios y sus factores determinantes, reconociendo el proceso de desinflación desde el último ajuste en la tasa de referencia. Sin embargo, se destacó que persisten desafíos y riesgos que justifican mantener una postura prudente en la política monetaria. Por lo tanto, se confirma que la postura monetaria se mantiene restrictiva y seguirá orientada a la convergencia de la inflación hacia la meta del 3% en el horizonte de pronóstico.
Mirando hacia adelante, Banxico aseguró que la Junta de Gobierno seguirá evaluando el panorama inflacionario y los desafíos existentes, teniendo en cuenta el impacto de la política monetaria restrictiva actual y futura en la evolución de la inflación a lo largo del horizonte temporal en el que opera la política monetaria.
En su decisión, el banco central resaltó que la inflación general anual, tras un aumento hacia finales de 2023 y en enero de 2024, experimentó una disminución en febrero, situándose en 4.40%. Este descenso reflejó en parte una reversión del componente no subyacente que había ejercido presión sobre ella. Además, la inflación subyacente continuó su tendencia a la baja, alcanzando un 4.64% en febrero. Es importante destacar que las expectativas de inflación general para el cierre de 2024 mostraron una reducción, mientras que las expectativas correspondientes a la inflación subyacente se mantuvieron estables.
No obstante, el banco central advirtió sobre los riesgos para la inflación a pesar de la continuación del proceso desinflacionario, considerando la postura de política monetaria y la mitigación de los impactos derivados de la pandemia y la situación en Ucrania. Estos riesgos incluyen la persistencia de la inflación subyacente, la depreciación cambiaria, posibles presiones adicionales en los costos, una resiliencia económica mayor de la esperada, eventos climáticos adversos y la posibilidad de una escalada en los conflictos geopolíticos.