El gigante siderúrgico Arcelormittal dijo el viernes que un grupo de trabajadores disidentes continúa un bloqueo “ilegal” en instalaciones de su unidad mexicana con “actos de violencia”, a pesar del acuerdo salarial anunciado en la víspera, y solicitó a las autoridades locales garantizar la seguridad en la zona.
ArcelorMittal informó el jueves que una protesta de 55 días en sus instalaciones del municipio de Lázaro Cárdenas, en el occidental estado Michoacán, terminó después de que los trabajadores aprobaran un convenio que incluyó un aumento salarial del 8% y la revisión del contrato colectivo de trabajo.
“Lamentablemente, un grupo de disidentes ha optado por continuar el bloqueo ilegal con actos de violencia, poniendo en riesgo la seguridad de los presentes y de la población del municipio de Lázaro Cárdenas”, dijo la empresa en un comunicado.
Reuters no pudo contactar de inmediato ni al sindicato minero ni a su representación legal.
Los trabajadores afiliados al sindicato llevaban en huelga desde finales de mayo en protesta contra el reparto anual de utilidades a los empleados decidido por la empresa para 2023, paralizando con ello todas las actividades de la operación.