En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas en México, las demandas principales son justicia y el fin de la violencia. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha prometido atender las necesidades de estos pueblos, pero la violencia del crimen organizado y las obras de infraestructura han desplazado a muchos indígenas.
Desde Chiapas en el sur hasta Sonora en el norte, los habitantes indígenas piden soluciones a la inseguridad y el cumplimiento de las promesas de López Obrador, quien transferirá el cargo a Claudia Sheinbaum el 1 de octubre. Bajo su administración, se implementaron los ‘Planes de Justicia’ para los pueblos indígenas, comenzando con las etnias de Sonora, donde la tribu Yoreme-Mayo aún solicita medidas de seguridad y combate a las adicciones.
Raúl Retana Buitimea, danzante tradicional Yoreme-Mayo, expresó su preocupación por el grave problema de drogas químicas como metanfetaminas y fentanilo, así como el despojo de tierras por parte de empresas y grupos criminales. También destacó problemas como la contaminación por agroquímicos que afectan la salud de la comunidad.
México, con una población indígena de más de 23 millones, representa una quinta parte del total de habitantes, según el Inegi. A pesar de los esfuerzos de López Obrador, aún quedan pendientes como el acceso a la salud y la restitución territorial. Georgina Borboa García, residente de Pótam en Sonora, denunció la falta de medicinas, médicos y ambulancias adecuadas en su comunidad, además de los altos costos de los traslados médicos.
En el sureste de México, comunidades han criticado las megaobras de infraestructura, como el Tren Maya, y han señalado que el Gobierno no ha hecho lo suficiente para combatir al crimen organizado que los ha desplazado, especialmente en Chiapas y Guerrero.
Adelfo Regino Montes, director del Instituto Nacional para los Pueblos Indígenas (INPI), reconoció que un reto para la próxima presidencia será implementar los ‘Planes de Justicia’ en las 68 etnias del país. Alejandro Aguilar Zeleny, profesor e investigador en el noroeste de México, explicó que aunque se ha avanzado en infraestructura y equipamiento, aún falta abordar aspectos cruciales como la autodeterminación, el reconocimiento de los sistemas de gobierno indígena, el respeto por sus territorios y la protección de los recursos naturales.