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21 septiembre,2024
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MANOS A LA OBRA POR EL RESCATE DEL AGUA EN EL SUR DE TAMAULIPAS

LUIS APPERTI LLOVET

El expresidente de la Asociación de Industriales del Sur de Tamaulipas A.C. (AISTAC) coordina los esfuerzos de la Mesa Ciudadana del Agua, agrupación creada por personas jóvenes interesadas en crear mecanismos, programas y proyectos que ayuden a prevenir futuras sequías como la que vivimos en la zona.

El exceso de confianza por vivir en una zona donde supuestamente el agua abunda y el descontrol en los hábitos de consumo de agua, aunado a la falta de interés de autoridades por invertir en infraestructura hídrica suficiente, abonaron a la crisis de agua que como nunca en la historia había afectado al sur de Tamaulipas.

Por ello, tomando el ejemplo de los resultados exitosos en materia de seguridad, el empresario Luis Apperti Llovet fue el elegido para coordinar los esfuerzos de la nueva Mesa Ciudadana del Agua, quien dio a conocer para Alther Magazine la serie de trabajos realizados al momento, así como las probables causas del problema y las soluciones que todos, ciudadanía, gobiernos y empresarios, tenemos que encauzar para el bien de las siguientes generaciones.

Hay una situación que este año nos alcanzó, la crisis del agua, para esto usted lideró una iniciativa con empresarios y sociedad para formar la Mesa Ciudadana del Agua, háblennos de este proyecto que ya venía porque se preveía que llegaría esta situación.

Todos debemos recordar lo que pasó en el 2021 que tuvimos de la noche a la mañana agua salada en nuestras casas, y eso fue una invasión, una filtración de las cortinas que contienen el agua salada en la desembocadura del Pánuco y se conectan en la desembocadura del Tamesí, y el Guayalejo-Tamesí, y el sistema lagunario Tampico-Madero-Altamira son la fuente de agua dulce que tenemos para atender la zona, y de repente eso se contaminó y había una inacción de años por parte del organismo operador que es Conagua, en atender las deficiencias que tenían los diques, las cotaduras como le llaman los expertos que son los brazos de contención hacia cuerpos que tienen agua salada por el cauce del río Tamesí y sus pequeños afluentes donde hay agua dulce.

En el momento que tuvimos este problema notamos una gran falta de coordinación entre las diferentes autoridades, que no se hablan a veces, tanto federal, estatal y municipal, con el organismo operador, con los usuarios, los vecinos, los pescadores, y vimos la necesidad un poco basada en el modelo de la Mesa Ciudadana de Seguridad y Justicia de tener un mecanismo donde pudiéramos intentar todas las autoridades para tratar de colaborar con ellas y resolver el problema que veíamos venir, y digo esto porque hay elementos que nos hacían pensar como el cambio climático en el mundo, también se iba a ver reflejado en una zona donde tradicionalmente decimos que tenemos mucha agua.

Es un dato muy sólido: de 2022 hacia 2021 llovió 98% menos, y de 2023 hacia 2022 también 98% menos, entonces tenemos dos años terribles y seis años más donde no llovió ni la mitad de los histórico de los últimos 25 años. 

Entonces el ingreso de agua dulce que tenemos a través de la lluvia, el escurrimiento de toda la cuenca del Guayalejo-Tamesí disminuyó y el consumo aumentó generalmente en el uso agrícola, que de ser del 63% en 2021, creció al 88% el escurrimiento para uso agrícola y ganadero, que eso limita el uso del agua para el público urbano y también para la industria.

Sabemos que este problema lleva varios años, ¿por qué hubo inacción por parte de Conagua?

No tendría una respuesta tan precisa para decir que éste es el factor, es algo multifactorial, desde el hecho de no invertir durante 25 años; para tener un dato importante, la industria y los organismos operadores que son las Comapas, al año pagan 300 millones de pesos de derechos de explotación del agua, y esa concesión la otorga Conagua, y ese dinero se le paga a la Tesorería de la Federación que es la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

De esos 300 millones por año, en los últimos cinco años, la inversión que ha regresado para ese acuífero es de 70 millones de pesos, entonces si se invirtieron mil 500 o generaron mil 500 millones de pesos por los derechos de agua, cómo es que nada más invertimos 70, y de eso hablamos de un periodo de 5 años, si nos vamos a 25 años que es el tiempo en que no se le invirtió un solo peso al tema lagunario del Tamesí, pues esa es la explicación de manera económica.

¿Pero por qué digo que es multifactorial? Porque tradicionalmente y hablo de la corresponsabilidad que los ciudadanos debemos de tener, en estos 25 años muchos de los que vivimos en la zona que pagamos el agua, si ustedes revisan su recibo vienen tres cargos principales: agua, drenaje y tratamiento de aguas. De acuerdo a la ley nacional de aguas y una norma de Semarnat, el agua que se toma para uso urbano es obligación tratarla como agua residual y reutilizarla. El agua que se trata en la zona conurbada no es ni el 30% de lo que generamos.

Esa abundancia de la que nos hemos jactado durante años se volvió un vicio, aquí nunca va a faltarnos agua, hemos tenido actitudes por años de quejarnos por qué el agua estaba salada, que no tiene la calidad, y después llovía y se nos olvidaba la queja; después venía otra queja, nos inundamos por exceso de lluvias y también nos volvemos a quejar.

Esa corresponsabilidad es parte de ese conjunto de causas por las cuales estamos en la situación de vicios que estamos hablando.

Y entonces entra en operación la Mesa Ciudadana del Agua…

En octubre del 2023 se tomó la decisión de un gran grupo de ciudadanos muy comprometidos, que me pidieron por la experiencia, insisto, de la Mesa Ciudadana de Seguridad, para coordinar esos esfuerzos de la mesa y el primer enfoque fue involucrar a toda la ciudadanía, número uno en el uso responsable del agua, estoy seguro que han visto las campañas que se generaron con apoyo de este grupo de personas que de verdad mi agradecimiento y reconocimiento por el gran trabajo que hacen todos los días.

Son ciudadanos como ustedes y nosotros que dedican mucho tiempo al día de su actividad profesional a atender este tema, todas las universidades de la zona conurbada están involucradas en la mesa, trabajan impresionantemente todos los días, muchos jóvenes, que es lo que más me llama la atención, tanto su talento como entusiasmo para convencer a sus compañeros y padres de que tenemos que cuidar el agua porque es un elemento que nos podemos terminar como ya sucedió.

Es algo inédito, impensado; el problema es que como buenos seres humanos estamos reaccionando ante un problema, pero no estamos haciendo nada para prevenir el problema para las generaciones futuras, y creo que eso es una obligación que tenemos cualquier ciudadano, no solo de comportarse con esa previsión y preocupación por sus conciudadanos, sino también reflejarla como una llamada de atención a las autoridades para que también no solo reaccionen, sino que prevean.

Uno de los temas más interesantes es el de que si es una obligación tratar el agua, no la estamos tratando, es otra obligación el invertir en redes de agua potable y drenaje, pero hace 70 años que no se invierte en esto, entonces solitos hemos ido provocando esta crisis, aunada a factores que no podemos controlar como el cambio climático.

Organismos como Comapa señalan que solo atienden reportes cuando ya hay fuga, no hacen reparaciones programadas, ¿eso ha sido parte del problema?…

Por supuesto, es parte de este problema acumulado que mencionamos, y uno de los temas aquí es tratar de entender la mecánica, podemos concentrarnos en perder mucho tiempo en buscar culpables, eso no nos va a solucionar el problema, en cambio si buscamos una solución pues que los culpables salgan solitos, es irrelevante porque podemos etiquetar una institución, una organización, a una persona por su descuido, falta de profesionalismo, por su corrupción incluso, eso al final del día no nos va a dar más agua.

Debemos concentrarnos en solucionar el problema de fondo, no el de forma, porque este nos va a distraer y nos va a llevar al mismo lugar, más abandono del problema real que es el cuidar nuestros acuíferos, fortalecerlos y multiplicarlos, debemos tener un sentido de responsabilidad respecto a las generaciones futuras, nosotros recibimos un mundo en unas condiciones y estamos entregando otro con condiciones graves y hoy la tecnología es un enorme aliado para revertir esto, la tecnología es una fuerza para convertir lo escaso en abundante.

¿Al momento la Mesa Ciudadana qué soluciones han detectado viables a corto y largo plazo?

Uno: el generar un sentido de responsabilidad en el manejo del agua, es un dispendio real que tenemos todos los días con nuestras costumbres que nos cuesta mucho trabajo cambiar, en pleno momento de crisis con temperaturas de más de 38 grados nos ha tocado ver personas en las colonias lavando a manguerazos la banqueta, eso es un dispendio que si nos vamos a otros polos en el mundo es un crimen tener ese tipo de comportamientos por la escases de agua, hay que aprovechar cada una de las gotas.

Segundo: generar conciencia de que tenemos que involucrarnos más en alternativas disruptivas de manejo del agua como es la salinización. El 1% del agua disponible en el mundo es la que usamos potable, tenemos un 99% de agua salada, con que desalinizáramos el 1% tendríamos resuelto el problema, obviamente tenemos que empezar por algo y buscar alternativas adicionales.

Una de las cosas que la mesa ha hecho con gran éxito es que estos héroes anónimos han generado cultura, por ejemplo, tenemos la emergencia y muchas personas salen a comprar un tinaco, bueno desde hace años si compramos un tinaco y hacemos canalones en nuestras casas, con poquita o mucha lluvia que llegue, podemos almacenar hasta 3 mil litros de agua que en una crisis como esta nos hubiera solucionado semanas enteras con la llave cerrada.

Tenemos que generar una cultura de cuidar, almacenar y aprovechar el agua del rocío, todo lo que no nos cuesta, y respetar el medio ambiente, exigir a las autoridades que el 100% del agua que utilizamos en las casas que se vuelve agua negra, se vuelve un recurso importante y caro que podemos reutilizar tres o cuatro veces, si reutilizamos el 25%, en cuatro años tenemos el 100% del agua que tomamos y así nos podemos ir, en un algoritmo hasta donde tengamos agua de sobra.

Es muy sencillo, es falta de información y generalmente el villano es la industria. Hay un dato de la Comisión Nacional del Agua muy reciente, del 2021, que al cierre de ese año de toda la cuenca del Guayalejo-Tamesí, del número de concesiones que existen para agricultura, ganadería, para uso industrial, uso de generación eléctrica y de uso público, el 88% es uso para el campo y la pesca, si nosotros reguláramos y controláramos la mitad de ese volumen no tendríamos el problema de agua ni la industria ni la ciudadanía.

De ese 88%, el 12 por ciento restante, el 3% es para industria, el 1% es de generación eléctrica y el resto es para uso urbano. Siempre se nos olvida que muchos poquitos hacen un muchito, entonces un millón de personas, más o menos la zona conurbada, consumen más agua que toda la industria juntos.

Otro problema en el sector agrícola es el “guachicoleo” de agua, esas fugas y desvíos que se dan y apenas la autoridad se está dando cuenta…

Es correcto, y ahí es bien interesante lo que mencionas y se puede dimensionar, porque todo lo que se mide siempre se puede mejorar. En esta cuenca hay 2,700 concesiones en total de uso agrícola, público, para generación eléctrica e industrial, imagínense 2,700, el 88% es agrícola y este no se vigila, en la industria en cada toma por ley está obligado a tener un medidor digital donde esta el afluente a la toma en la planta, conectado a internet con las oficinas centrales de Conagua, entonces la autoridad administradora del agua tiene la información de cuánto consume una industria en tiempo real, minuto a minuto.

En los riegos no hay control, una persona que tiene concesión y riega, y considera que tiene que regar cuatro veces más, abren la válvula y ya, entonces al no haber supervisión en toda esa cuenca y pongamos en dimensiones reales, tal vez medidas, en toda esta cuenca que con cientos de kilómetros, hay dos inspectores de Conagua que no tienen viáticos ni camioneta.

Eso es parte del control y ordenamiento que debemos tener en la cuenca para que ese 88% se eficientice en su uso, se ahorre y simplemente no tendríamos problema ni las ciudades ni la industria.

Otros aliados que podemos mencionar está Pemex, se supone que en refinería Madero debería operar una planta tratadora de agua…

La refinería que en este caso es Pemex aquí en la zona tiene una planta de tratamiento que toma parte de las aguas negras de Tampico y Madero y esa es la que usan para sus procesos más otra parte que toman del río Pánuco, y CFE sí toma directamente el agua del rio Tamesí igual que ocho industrias y las restantes toman agua del Dima que está controlado por la Comapa Altamira, al final es una concesión donde Comapa solo cobra el transporte, no es quien administra el agua sino Conagua.

Para la segunda mitad del año cambiaron los pronósticos, ya se esperan tormentas, ciclones, pero ¿de qué manera podemos apaciguar el problema, qué sigue para la Mesa Ciudadana del Agua?

El hacer las propuestas que ya se hicieron, hemos tenido reuniones todas las semanas con las autoridades, con el gobernador del estado, el director general de cuenca que es una gente muy activa, las Comapas, para que la ciudadanía tenga sino el agua que necesitamos, la mínima indispensable para sobrevivir.

La Mesa se ha preocupado por decirles que tenemos que ser más ambiciosos, vamos a tratar de darles la mejor calidad y volumen a toda la ciudadanía, a toda la industria y a toda la agricultura, vamos a resolver el problema de manera integral.

Este problema no tiene una solución, es la combinación de muchas soluciones la que nos puede dar una respuesta a esto en el largo plazo, que sea sustentable también, y eso es llevar adelante el proyecto de la cortina en el Moralillo, que no es otra cosa más que ampliar nuestra capacidad de almacenar agua, también vigilar esta cuenca para que se respeten los volúmenes y llegue lo que tenga que llegar acá abajo al final de la cuenca, la desembocadura del Tamesí en el Pánuco, para almacenarla.

Tercero es verdaderamente apostarle a la reutilización con el tratamiento de aguas negras y el uso del agua tratada para la industria, y que la industria deje de tomar agua del río.

Finalmente la apuesta a futuro que es la desalinización y en ese aspecto se hizo la propuesta de una planta de emergencia para una empresa precisamente que pueda tener lo suficiente para atender su emergencia y darle agua a la ciudadanía. Eso no resuelve el problema más que por días, necesitamos pensar más en grande y a se han hecho propuestas a los tres entes de gobierno para que la ciudadanía pueda participar.

Esta crisis literal fue un parteaguas, ¿qué mensaje da a la ciudadanía, que nos sirva de ejemplo?

Creo que el mensaje y vuelvo a hacer mención de la Mesa Ciudadana de Seguridad y Justicia, muchos recordamos el año 2010 con una tristeza impresionante porque vivimos hasta el éxodo de familias de toda esta zona debido a la inseguridad. 

Hoy, la zona conurbada es una de las regiones más seguras del país, con datos duros, ese cambio, esa calidad de vida que hemos podido recuperar, fue producto del trabajo conjunto de autoridades con la ciudadanía, entonces la invitación es a que hagamos lo mismo con el tema del agua, involucrémonos todos, la solución más sencilla del mundo nace desde que cuidamos en nuestra casa la forma en que nos lavamos los dientes y nos bañamos, con ese ejercicio diario de un millón de personas el destino puede cambiar, hay que generar conciencia y soluciones colectivas.

Recientemente dejó la dirección de la AISTAC, ¿qué le dejó su carrera?

El padre Cronos no perdona a nadie, a la edad que tengo de unos años de trabajo tomé la de decisión de jubilarme, retirarme de mi puesto que tenía en la industria y fue un poco coincidente en el momento en que termino como director general de MG Polímeros México el 9 de abril. 

El día 31 de marzo terminaron los dos años que dura la presidencia de la AISTAC, entonces en ese momento mi perspectiva era estar retirado, tratando de estar activo con los negocios personales que manejamos tanto en México como Estados Unidos, incluso pasar más tiempo fuera del país con mi hija que no vive aquí, y circunstancialmente se empezaron a generar temas como el agua que me han obligado a aceptar la invitación de este grupo de personas, muy jóvenes todos, que ha sido una enorme motivación para mi el poder coadyuvar con ellos en esta visión de futuro que tienen de su región y no tengo más que agradecerles, es aplaudirlos y comprometerme hasta que pueda en este esfuerzo que ellos están haciendo, lo que me toca es coordinar esos esfuerzos y encausarlos donde creo que podrán tener más resultados.

Tenemos Luis Apperti para rato…

Esa es voluntad de alguien más que siempre está presente con nosotros.

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