Los expertos en la Cumbre Internacional del Hábitat de América Latina y el Caribe señalaron que el proyecto de construir 1 millón de viviendas propuesto por Claudia Sheinbaum debería incluir indicadores para medir la calidad de vida, la equidad y la conectividad tecnológica y comercial.
Eduardo López Moreno, excolaborador de ONU Hábitat, advirtió que establecer metas numéricas sin considerar indicadores de calidad no suele ser eficaz, ya que no reflejan realidades concretas. Expresó dudas sobre si las viviendas propuestas ofrecerán servicios públicos adecuados, una buena conexión con la ciudad, transporte eficiente, o contribuirán al desarrollo de barrios y espacios públicos.
Moreno propuso que el proyecto se base en la idea de crear espacios que ofrezcan beneficios equitativos y se ajusten a las expectativas de calidad de vida de los residentes, en lugar de tratarse como unidades aisladas. Destacó la importancia de considerar la prosperidad compartida, la sustentabilidad ambiental y la resiliencia social frente a la crisis climática.
Mariana Flores, presidenta de la Comisión de Vivienda del Consejo Nacional del Desarrollo, señaló que en el último año se construyeron más de 163,000 viviendas en México, de las cuales la mayoría son de tipo residencial de alto costo, inaccesible para muchas personas.
Alfonso Iracheta, exasesor de ONU Hábitat, recordó que entre 2000 y 2018 se construyeron 11 millones de viviendas sociales en México, pero 6 millones están deshabitadas, abandonadas o vandalizadas. Criticó las políticas de vivienda que han llevado a construir en zonas periféricas, alejadas de la ciudad, y destacó la importancia de recuperar la vivienda abandonada.
La Cumbre Internacional del Hábitat, organizada por ONU Hábitat y la Universidad de Guadalajara, concluye hoy tras discutir temas como gobernanza, políticas de acción, equidad, igualdad, transversalidad y sostenibilidad.
4o minimas como la gobernanza y políticas para la acción, equidad, igualdad, transversalidad y sostenibilidad. EFE