Canadá ha acusado a China de prácticas comerciales desleales y ha anunciado que está considerando imponer nuevos aranceles a baterías, productos tecnológicos y minerales provenientes de China.
Actualmente, Canadá ya ha establecido un arancel adicional del 100% a los vehículos eléctricos fabricados en China, el cual entrará en vigor el 1 de octubre.
Durante una conferencia de prensa en Nanaimo, Columbia Británica, la viceprimera ministra Chrystia Freeland informó sobre un período de consulta de 30 días para evaluar la imposición de aranceles adicionales a las importaciones de baterías, componentes de baterías, semiconductores, minerales críticos, metales y productos solares desde China. Freeland presentó la medida ante miembros del Partido Liberal en una conferencia de prensa.
En un comunicado, la oficina de Freeland acusó a China de competencia desleal en estos sectores, afirmando que esta situación «pone en riesgo a los trabajadores y empresas canadienses».
La consulta tiene como objetivo recabar opiniones de la industria sobre la aplicación de aranceles y el momento de su posible implementación en respuesta a las prácticas comerciales injustas por parte de China.
La reciente decisión de Canadá de incrementar los impuestos aduaneros a los vehículos eléctricos chinos sigue el ejemplo de Estados Unidos, que busca evitar una avalancha de autos subsidiados por Pekín en América del Norte.
Además, Ottawa ha anunciado aranceles adicionales a las importaciones de acero y aluminio de origen chino.
En respuesta aparente, China ha iniciado una investigación antidumping sobre la colza canadiense, uno de los principales productos que importa del país norteamericano.