El mundo del béisbol se encuentra de luto por el fallecimiento de Fernando «El Toro» Valenzuela, quien murió a los 63 años debido a complicaciones médicas, según fuentes cercanas. Su partida deja un vacío inmenso tanto en el deporte como en el corazón de miles de aficionados que lo vieron como un ícono de perseverancia, talento y orgullo mexicano.
Valenzuela es recordado como uno de los jugadores más emblemáticos de las Grandes Ligas y el rostro del béisbol mexicano en Estados Unidos. Su muerte fue confirmada por los Dodgers de Los Ángeles, el equipo donde vivió algunos de los momentos más destacados de su carrera. A través de sus redes sociales, la organización expresó su dolor y miles de fans compartieron mensajes de condolencias hacia su familia.
Originario de Etchohuaquila, Sonora, Valenzuela fue hospitalizado de emergencia en Los Ángeles, donde finalmente falleció el 22 de octubre. Aunque no se ha confirmado oficialmente la causa de su muerte, se informa que sufría complicaciones hepáticas que llevaron a un colapso multiorgánico.
Durante los últimos años, su salud había sido motivo de preocupación debido a su notable pérdida de peso y su creciente distancia de la vida pública. Padecía problemas de salud crónicos, que se deterioraron en 2024, obligándolo a dejar su papel como comentarista en las transmisiones de los Dodgers, donde había estado activo tras su retiro como jugador.
El retiro de Valenzuela de las transmisiones marcó un hito simbólico, ya que había mantenido un fuerte vínculo con los Dodgers. Era un participante habitual en eventos del equipo y en iniciativas comunitarias, especialmente aquellas dirigidas a jóvenes latinos que soñaban con seguir sus pasos en el béisbol. En 2023, los Dodgers le rindieron homenaje retirando su icónico número 34, asegurando que ningún otro jugador lo usaría, un tributo a su legado inmortal.
Valenzuela es considerado una de las figuras más queridas del deporte mexicano. Su llegada a las Grandes Ligas en los años 80 desató la «Fernandomanía», un fenómeno cultural que trascendió fronteras. Desde su primer año completo en la MLB en 1981, ganó el premio al Novato del Año y el prestigioso premio Cy Young, siendo fundamental en la victoria de los Dodgers en la Serie Mundial ese mismo año.
Su estilo de lanzamiento, con una curva excepcional, lo convirtió en uno de los lanzadores más temidos en las Grandes Ligas. Además, su impacto se extendió más allá del béisbol; Valenzuela representó la posibilidad de que un joven mexicano alcanzara el éxito en un deporte dominado por estadounidenses, sirviendo como puente cultural entre México y Estados Unidos.
El legado de «El Toro» Valenzuela también incluye su humildad, ética de trabajo y conexión con los aficionados. Para la comunidad mexicana en Estados Unidos, fue un símbolo de perseverancia y un ejemplo de que el esfuerzo puede superar barreras culturales y económicas. Su involucramiento en actividades filantrópicas, especialmente en comunidades latinas, resalta su compromiso de promover el deporte entre los jóvenes de bajos recursos.
La muerte de Fernando «El Toro» Valenzuela es una gran pérdida para el deporte, pero su legado perdurará en la historia del béisbol. Su carrera excepcional y su papel como embajador del béisbol latino son testimonio de su grandeza; aunque ya no esté, su influencia sigue viva, inspirando a nuevas generaciones de jugadores y aficionados a luchar por sus sueños y triunfar contra las adversidades.