Justificó como necesaria la reducción de gastos y costos
Redacción
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha abordado los despidos en Petróleos Mexicanos (Pemex) como parte de un proceso de reestructuración para optimizar la empresa estatal, enfocándose en la austeridad republicana y la eficiencia operativa.
En mayo de 2025, defendió los recortes de personal de confianza, argumentando que son necesarios para simplificar la estructura organizativa de Pemex, que incluye 4 subsidiarias y 40 filiales, conocida como la «Ruta de la bestia», la cual genera ineficiencias burocráticas.
Sheinbaum ha enfatizado que los despidos no afectarán a trabajadores de base ni operativos, sino principalmente a personal de confianza y áreas corporativas, con el objetivo de reducir costos administrativos y fortalecer la soberanía energética.
Aseguró que los trabajadores despedidos recibirán liquidaciones conforme a la ley y se explorarán opciones de reubicación.
Sin embargo, en febrero de 2025, Sheinbaum había descartado despidos masivos, aclarando que los ajustes se centrarían en reducciones salariales para personal de confianza y en la burocracia central, no en áreas operativas.
Esto generó cierta confusión, ya que en marzo se reportaron recortes de plazas de confianza para trabajadores con más de 10 años de antigüedad y mayores de 55 años, ordenados por la dirección de Pemex bajo las indicaciones de Sheinbaum.
Críticos han señalado que estos despidos, junto con los impagos a proveedores que superan los 20 mil millones de dólares, han generado problemas como el cese de actividades de empresas contratistas y afectaciones económicas en regiones petroleras.
Sheinbaum ha prometido que las deudas con proveedores se cubrirán gradualmente, aunque persisten dudas sobre el cumplimiento de estas promesas.
En resumen, Sheinbaum justifica los despidos como parte de una reestructuración necesaria para hacer a Pemex más eficiente y sostenible, criticando la reforma energética de 2013 por haber debilitado a la empresa.
No obstante, las medidas han generado controversia debido a su impacto en trabajadores y proveedores, así como por las contradicciones entre sus declaraciones iniciales de no despidos y los recortes posteriores.